¿Quieres perderte en una isla de postal? no te pierdas San Blas, el archipiélago de la costa del caribe panameño. Esta región gobernada por la etnia Guna Yala es un lugar parado en el tiempo, perfecto para desconectar, disfrutar de la playa, hacer sup, snorkel y sentirte como un náufrago de película.
Panamá, mucho más que un paraíso fiscal
Panamá es famoso por su canal y por ser un paraíso fiscal, aunque el verdadero paraíso radica en su exhuberante naturaleza. Junto con ciudad de Panamá y Bocas del Toro, el archipiélago de San Blas es uno de los lugares más visitados por los turistas. A continuación os dejo información para poder visitarlo por vuestra cuenta.
Como llegar a las islas de San Blas
Para poder ir a San Blas tienes que reservar previamente algún alojamiento en alguna de las islas del archipiélago. Puedes gestionarlo con alguna agencia de viajes o directamente con tu alojamiento en ciudad de Panamá. Yo decidí ir a Franklin Island por recomendación del hostel en el que estaba alojada y no tuve que pagar nada hasta llegar a la isla.
El hostel me reservó plaza en un mini bus compartido hasta el puerto de Cartí, a unas 3 horas en coche desde ciudad de Panamá. Una vez allí, hay varios puntos de salida de barcos a los distintos islotes, agrupados por cercanía. El trayecto en barco es muy agradable, pasando por manglares e islotes de la zona.
Descubre a los Guna Yala
Las islas de San Blas son parte del territorio de los Guna Yala, considerada una comarca independiente al resto del país, con instituciones propias y un control fronterizo al margen del estado de Panamá. Para entrar a este territorio debes mostrar tu pasaporte en vigor y confirmar la isla donde te vas a alojar.
La comarca Guna Yala comprende 365 islas y la costa del Caribe panameño que va desde la frontera con Costa Rica hasta la zona del Darién en Colombia.
La mayor parte de los Guna Yale viven en ciudades costeras del continente y en algunas islas locales del archipiélago. Los islotes destinados a los turistas son gestionados en exclusiva por miembros de esta etnia, ya que no está permitido que los extranjeros inviertan o participen en negocios dentro del terriorio.
En su mayoría las islas destinadas al turismo tienen un ambiente relajado y unas instalaciones básicas, sin grandes construcciones de hormigón ni lujos. En Franklin Island hay varios bungalows de madera con suelo de hormigón y cabañas redondas que constan simplemente de paredes y techo, con las camas y mesillas colocadas directamente encima de la arena. Los baños son comunes, con duchas de agua fria y baños ubicados en un edificio aparte. Hay hamacas en muchos rincones donde poder descansar y disfrutar de las vistas.
En el centro de la isla hay una pista de voley y un comedor común techado con varias mesas y bancos de madera. En mi caso pagué 30 USD al día incluyendo alojamiento, desayuno, comida y cena. Las comidas son las mismas para todos: frutas, huevos, arroz, ensalada, pescado o pollo cocinado en barbacoa. Las bebidas no están incluidas, puedes llevarlas de fuera o comprarlas allí. También venden snacks y productos básicos de higiene.
Mi experiencia en Franklin Island
La isla en si misma es una auténtico paraíso, con una playa enorme de arena fina donde tomar el sol, nadar o hacer snorkel. Si buscas hacer algo de ejercicio puedes unirte a jugar un partido de voley o pedir que te presten un kayak o SUP que hay a disposición de los huéspedes. También organizan tours para visitar otras islas vecinas y puntos interesantes para hacer snorkel, como el barco hundido de Dog Island.
Yo fui sin saber cuantos días iba a quedarme y estuve un total de 3 noches. Los dos primeros días fuimos muy pocos visitantes en la isla, pero el fin de semana vinieron bastantes personas residentes de ciudad de Panamá. Hubo mucho ambiente ya que los guna llevaron altavoces a la playa y montaron una hoguera. Estuvimos bailando, bebiendo ron y disfrutando de una noche llena de estrellas en un lugar mágico.
¿Quieres visitar Franklin Island? te dejo el link para que puedas ponerte en contacto y hacer la reserva.